miércoles, 2 de marzo de 2011

Anverso y reverso de una ley: Algunas reflexiones* - Novena Parte

* Trabajo presentado en el Quinto Encuentro de investigadores en Psicología del Mercosur (2009) por Juan Pablo Martin Mogaburu, Gastón Gomez, María Belén Silva Salas, Edit Tendlarz y Ana Oldecop. 

¿Qué le ofrece el psicoanálisis al sujeto obeso? El tema no sería lo que se come o no, o de los kilos que se ganan o se pierden. Por un lado, hay algo silencioso a modo de goce en el cuerpo que se percibe o no como malestar. Por otra parte, se trataría entonces de, justamente, permitir aflorar vía la transferencia estas identificaciones con el Otro a fin operar con ellas, pero, a su vez, negándose a ocupar el lugar del amo. (Miller, Registros: 10) Se trata entonces desde el psicoanálisis de una voz temblorosa, una voz muy pequeña, al decir de Miller, de velar por el derecho a la singularidad -lo heterogéneo- dentro de la productividad del derecho para todos –lo homogéneo. (Miller, 2008: Inédito)
Desde esta perspectiva aparece UN sujeto en su subversión más plena, por tanto al analista se le supone un saber del lado del sujeto o se lo toma como alguien que acoge el testimonio que se entrega. Es vital entonces para que se produzca una verdad que el deseo del analista sea más fuerte que el de ser el amo. De ahí que la obesidad no sea más que transestructural: No dice nada más allá de lo que el sujeto pueda articular al respecto. En ambos casos, ya sea como verdad a producir o como testimonio a acoger, se trata de palabras.
Desde esta perspectiva no se trata de la epidemia ni de la enfermedad, sino de un sujeto singular obeso. No nos interesa endosar el discurso del amo que produce “delgadez en riesgo”; en palabras de una paciente: “Soy una obesa recuperada.” Podríamos preguntarnos, ¿recuperada de qué? ¿Respuesta anticipada o síntoma?

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