domingo, 30 de noviembre de 2014

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Kusama, atrapar el tiempo por la escritura* – Última parte

*Por Elvira Dianno (Artículo publicado en el Aperiódico)

Acacia olor a muerte” es el punto final de la self obliteration, de la destrucción de todo, la muerte del cuerpo de Mimiko en el espejo, la desintegración de la materia y luego la soledad del amante frente a lo fallido del amor vencido por la muerte de su amada a quien le dice “¡Oh, mujer que podría haberte comido viva!” 1 para así fundir los dos corazones

El arte a Yayoi Kusama –según sus propias declaraciones2 –la ha salvado del suicidio, sin embargo no parece haberla puesto a salvo ni de lo real ni de la muerte.

Sus períodos de escritura más frondosa fueron en la década del ‘70 cuando regresa de New York a Japón y se interna en un psiquiátrico donde vive desde entonces
Kusama intenta algo más con la escritura, intenta algo más con la escritura que lo realizado en su obra plástica en las infinitas cortinas de lienzos que cuelgan en los muros de los museos y caen en su relato.

A este respecto leemos en Lacan “Me interesa la escritura porque pienso que históricamente se ha entrado en lo real por fragmentos de escritura, a saber, se cesó de imaginar”3 Quizá Lacan también hubiera dicho de Kusama lo que le dedicó a Marguerite Duras como homenaje “en su materia, el artista siempre le lleva la delantera —al psicoanalista—, y que no tiene por qué hacer de psicólogo donde el artista le desbroza el camino.” y agrega “Marguerite Duras evidencia saber sin mí lo que yo ense­ño “4

Yayoi elige estas palabras para finalizar “Acacia…” “La distancia entre el cielo y la tierra retornó a la nada, y todo lo que permanecía a la deriva en este espacio era el silencio de un corazón vacío”5 .

Entonces, tal vez, Yayoi podría decir con Marguerite Duras "Hallarse en un agujero, en el fondo de un agujero, en una soledad total y descubrir que sólo la escritura te salvará"6


Lecturas
Kusama, Y., Acacia olor a muerte, Ed Mansalva-Malba, Buenos Aires 2013
Kusama, Y. Obsesión Infinita, Ed Mansalva-Malba, Buenos Aires 2013
Lacan, Jacques, S 23 El sinthome, Paidós, Buenos Aires, 2006
Miller, Jacques Alain “Lógicas de la vida amorosa” Ed Manantial, Buenos Aires, 2009
Miller, Jacques Alain “El ultimísimo Lacan” Paidós, Buenos Aires, 2013
1 Op cit, pág 72
2 http://www.revistaenie.clarin.com/arte/Yayoi-Kusama-arte-remedio-dolor_0_950904911.html
3 Lacan Jacques , S23 El sinthome,Paidós, Buenos Aires, 2006, pág 68
4 Lacan, J. (1993) “Homenaje a Marguerite Duras, del rapto de Lol V. Stein” en Intervenciones y textos 2. Buenos Aires: Manantial Pág. 66
5 Op cit Pág. 92
6 Duras, Margarite Escribir, Tusquets, Madrid,1991 Pág. 22

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Kusama, atrapar el tiempo por la escritura* – Tercera parte

*Por Elvira Dianno

Las fantasmáticas efímeras vidas -de las que está advertida la autora- parecen detenerse por instantes en el encuentro fugaz de dos cuerpos a la hora del amor, tal lo dicho en este también fugaz anuncio del texto “El único regalo de esta corta e insignificante temporada de carne y hueso fue sólo un instante de blancura a la madrugada”1 .
Kusama usa un insólito color para pintar sus palabras, un color que tiene una presencia singular en su obra como si fuera el fondo de un real: el semen, las acacias blancas que cubren el cadáver de Mimiko, el blanco de los cuartos de las instalaciones en los museos, sobre las que luego se estamparán miles, infinitos puntos.

Kusama- cuya historia infantil de abusos ha sido muy difundida, sometida por su madre a espiar a su padre en sus andanzas con geishas para luego descargar en ella su ira – entra desde pequeña en un irrefrenable mundo de alucinaciones auditivas y visuales, imágenes que luego troca en infinitos puntos cual tela agujereada con la que velar fallidamente los trozos de real que se escabullen en lienzos y esculturas. Es casi inevitable encontrar en este relato un intento más del mismo tenor solo que aquí agrega -si se quiere- un color y una textura nuevos, el amor. “El amor era, lo que es difícil de olvidar, para morir pisoteando la muerte”2. ¿Será el amor a muerte del que nos habla Jacques Alain Miller en Lógicas de la vida amorosa?

Un amor más allá de la muerte, más allá de la obliteration3, nombre que la artista le da al mecanismo mediante el cual destruir el yo para fundirse como un punto en el infinito, cubriéndose y cubriendo todo de puntos, todo el fondo blanco obliterado en puntos.
1 op cit pág 89
2 Op cit pág 82
3 Obliteration en inglés annihilation, blotting out, deletion, effacement, elimination, eradication, erasure, expunction, extirpation, rooting out, sponging out, wiping out en español desaparecer, exterminar, destruir completamente.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Kusama, atrapar el tiempo por la escritura* – Segunda parte

*Por Elvira Dianno

En la misma línea de su obra como artista plástica y escultora, en este cuento de Kusama podemos leer un relato que describe un real imposible de velar y donde añade el intento de atrapar el tiempo en una tela, en el arte, aunque el espacio sinfín del cosmos estuviera en el proceso de ser destruido: arte, tierra y seres humanos. Para Kusama, los humanos son fantasmas efímeros, en un mundo que lo es y donde nada se puede capturar, tampoco la belleza. Para Yayoi Kusama, como para Lacan, “el espacio no es real pero el tiempo sí lo es”1.

La autora ubica la belleza inmutable de Afrodita en tensión con los cambios del paisaje que envejecería, insistiendo en su demanda al Otro del tiempo, al Otro de la Belleza, al de la Juventud.

Leemos: “La región de su alguna vez denso vello púbico se había pulverizado, no habían quedado rastros del intervalo de Eros se había vuelto una ruina negra .Eros hueco expandiéndose en el aire para llenar el espacio vacío”2. Eros y por debajo de Eros, Thanatos llegando implacable de la mano del tiempo y en otro momento dice “Las flores encomendaban sus vidas al latido del reloj…todas las cosas sólo al principio parecían eternas”3 Kusama también sabe que no hay la eternidad.

Luego de la muerte de su amada , con su cuerpo en el jardín cubierto de pétalos de acacias blancas desintegrándose , Masao busca en el espejo la imagen de Mimiko y no la encuentra, al hallar sólo su propia imagen envejecida, lo hace trizas y todo desaparece alrededor y el cuerpo se pulveriza comido por larvas y vuelto al polvo.

¿Adónde habían ido la forma, la belleza y la imagen? Asoma –compacto- lo real tras lo imaginario que -desintegrado -se desvanece. Yayoi Kusama aquí también parece seguir a Lacan, sabe de la distinción entre el cuerpo –que es imaginario - y el organismo que se ubicará en el registro de lo real pulverizándose con el tiempo.
1 Miller, Jacques Alain “El ultimísimo Lacan” Paidós, Buenos Aires, 2013, Pág. 107
2 op cit Pág. 84
3 op cit Pág 80

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Kusama, atrapar el tiempo por la escritura* – Primera parte

*Por Elvira Dianno (Artículo publicado en el Aperiódico)

Del Reina Sofía1 al Malba2, del Withney3 al Pompidou4 los infinitos puntos de Yayoi Kusama5 cubren árboles, muros, mobiliarios, lienzos y -en no menos infinitas luces- sus instalaciones transmiten un mundo de ilimitados bordes, trozos de cuerpos, multiplicación de penes y rostros en planos y volumen: intentos de velar- cada vez- un real que insiste en asomarse en los intersticios de cada fragmentación. El mundo Kusama se instala en los alrededores de los museos fundiendo todo en una policromía que abarcará lo animado y lo inanimado, en una retrospectiva de su obra del 1950 al 2013 que incluyen trabajos en papel, esculturas, videos, slideshows y un par de publicaciones nuevas.

Si bien la artista ha sido mundialmente reconocida por su obra plástica, su producción escrita incluye una docena de novelas y poemas y una autobiografía de su vida en Nueva York: Manhattan Suicide Addict, publicada en 1978.

En su último libro “Acacia olor a muerte”6, uno de sus cuentos -de nombre homónimo- relata la historia de Masao, un joven pintor hiper-realista quien se había mantenido virgen hasta el encuentro con quien luego fuera su mujer durante tres años, a la sazón modelo de la escuela de arte y prostituta: Mimiko, quien enferma de cáncer de útero y muere. El joven esposo permanecerá junto a su cuerpo en descomposición manteniendo relaciones con él mientras todo el mundo orgánico a su alrededor se desintegra y desvanece por “los cambios traídos por el tiempo al drama cósmico”7
1 Museo de Madrid
2 Museo Arte Latinoamericano de Buenos Aires
3 Museo de Nueva York
4 Museo de París
5 Kusama Yayoi, artista contemporánea Japón (Matsumoto 1929) vive en un psiquiátrico desde 1977
6 Kusama, Y. ,Acacia olor a muerte,Ed Mansalva-MAlba, Buenos Aires 2013
7 Kusama, Y. ,Acacia olor a muerte, en Acacia olor a muerte Ed Mansalva-MAlba, Buenos Aires 2013
Pág. 82