miércoles, 30 de junio de 2010

Efectos terapéuticos-Efectos analíticos* - Tercera parte



*Por Osvaldo L. Delgado (AME de la Escuela de la Orientación Lacaniana. Profesor Titular Regular de la Cátedra Psicoanálisis Freud I, Facultad de Psicología, UBA. Comisión de Maestría en Psicoanálisis, Facultad de Psicología, UBA. Profesor Titular de la Cátedra Práctica Profesional: "Hospital de Día y Problemáticas Clínicas Contemporáneas". Director del Programa de Actualización de Posgrado: "El lugar del analista y los efectos del discurso contemporáneo". )


Orden de razones

Freud, diferencia tajantemente al psicoanálisis, de toda práctica psicoterapéutica al final de su texto “Recordar, repetir y reelaborar”, asentándolo en la elaboración del quantum pulsional (lo que del goce no se articula en el significante). Verdadero núcleo de la Regla de Abstinencia.
Efecto terapéutico, efecto analítico; no refieren a un mismo campo epistémico. El primero, tiene como partenaire a la medicina o más ampliamente al campo “Psi”; el segundo, a la ética.
Un psicoanálisis es una experiencia ética, estar mal en el bien, “se sostiene en el saber hacer ahí con el síntoma, e implica un duelo por el Otro” (Aramburu).
Bien decir y bien estar no se intersectan.
El efecto analítico, implica una ruptura subversiva con la ética tradicional (estar bien en el bien como lo señala Epicúreo) y con la ética “conformista”, de estar mal en el mal (Kant, Sade).
Lacan lo señala, cuando ubica al Soberano bien situado en Das Ding.
La clínica de la no relación sexual, problematiza de un modo inédito el “efecto por añadidura”.
El límite freudiano, el impasse fálico; por su misma lógica permitía una posible articulación a partir de la referencia paterna.
El lado mujer de la fórmula de la sexuación, nombrando el agujero sin taponarlo, sitúa a “lo terapéutico” como un semblante epocal.
Ambos son “efectos”, pero no responden a una misma conceptualización de la “causa”, incluso nombran la diferencia causa- determinación con perspectivas que no se “ligan”.
“Terapéutico”, no es un concepto psicoanalítico. Es un significante que refiere al origen del Psicoanálisis, a su ubicación en las Ciencias de la Naturaleza, al desvío errático del postfreudismo, al debate actual con los intentos de reglamentación.
Refiere tanto a los ideales de la modernidad, como a la eficacia del pragmatismo neoliberal, con sentidos distintos.
Efecto terapéutico, es un desván donde hay de todo, una melange residual, tiene múltiples sentidos.
Efecto analítico, es una división del sujeto, como efecto de la puesta en función del deseo del analista. Esto, y sólo esto.
En “El lugar y el lazo”, Miller hace caer las categorías Psicoanálisis puro y Psicoanálisis aplicado, en tanto una refiere al pase y la otra al síntoma. Caen a partir del centramiento que realiza de la denominada ultima enseñanza de Lacan. La caída del orden del sentido y del punto de capitón, arrastra esta distinción, y según mi criterio, la de efectos terapéuticos. Categoría no psicoanalítica, que solo tiene un valor instrumental para el debate con el Otro social. No hay “relación sexual” entre unos efectos y los otros. Pretender hacerlo, nos lleva a múltiples “impasses”,ya que introducimos así, una versión moral del discurso del amo, y mas precisamente un residuo de la ciencia ,a la cual Lacan llama “fantasma”.

Bibliografía:
  • Aramburu Javier. El deseo del analista. Editorial Tres Haches, Argentina, 1999.
  • Miller J. A. Clínica psicoanalítica. “Psicoterapia – Psicoanálisis”. Instituto del Campo Freudiano, Madrid. 1995.

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