miércoles, 16 de abril de 2014
El ballet de la hija, la madre y la mujer.* - Segunda parte
*por
Graciela Giraldi.
Dado
que el arte interpreta las
cuestiones humanas, y le enseña al psicoanálisis que lo que no
puede ser dicho con palabras se lo puede mostrar,
nos apoyaremos en la película titulada “El
cisne negro”, dirigida por
Darren Aronofsky, en tanto que en la trama de dicho film salta a la
vista el lazo tortuoso que la protagonista Nina mantiene con su
madre, lo que se extiende también a su relación teñida por la
envidia con dos de sus compañeras del ballet.
El
drama de Nina nos muestra su fascinación por la madre sin fallas, lo
que le impide a Nina acceder a su sexualidad femenina separándose de
ese lugar dado por su madre: su niña adorada, su falo.
Nina
espera demasiado de esa madre, pero no solamente ser reconocida por
realizar el Ideal materno de representar en la danza a la Reyna de
los cisnes, lugar que su madre anhelaba para sí misma, un deseo que
dejó truncado; sino que Nina espera de la madre lo imposible: que le
diga cómo ser una mujer, lo que ninguna madre puede decir,
simplemente porque no existe un saber sobre el ser mujer que se pueda
trasmitir de una a otra.
Nina
rechaza tomar contacto con ese agujero de saber en relación al ser
mujer, ante lo cual cada una debe inventarse.
Etiquetas:
Amor,
Psicoanalisis y femeneidad
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