miércoles, 1 de junio de 2011

Lo singular en el síntoma: un principio clínico.* - Sexta parte

*por Samuel Basz - Docente del Instituto Clínico de Buenos Aires y del Instituto Oscar Masotta. (Artículo publicado en el “Aperiódico Psiconalítico”)

 
Lo que se verifica como resultado en el fin se eleva, en la clínica, a la dignidad de un principio.

El sujeto que está en cuestión en el análisis no toma su singularidad por su indiferencia respecto a una propiedad común (a un concepto, por ejemplo: ser neurótico, perverso, psicótico), sino que toma su singularidad en su ser de goce.
Con ello la singularidad se libera del falso dilema que obliga a elegir entre la particularidad del individuo y la inteligibilidad del universal.
Pues en el psicoanálisis, en tanto se trata de lo textual como enunciación, lo que se escucha se hace lectura de un texto que no es ni el universal ni el individual  en cuanto comprendido en una serie, sino la singularidad del síntoma cualquiera sea como modo de gozar del  inconciente.
Es en esto, en la marca de lo singular, que el cualquiera del que se trata aquí no quiere decir que no importa cual sea el síntoma; sino que sea cual sea, importa.
 En esta singularidad cualquiera, el ser como ser de goce esta recobrado fuera de su tener ésta o aquella propiedad, que identifique su pertenencia a éste o aquel conjunto,( los neuróticos, los psicóticos, los perversos);  el ser retomado en el síntoma no lo es respecto de otra clase (tal o cual de los discursos), ni lo es respecto de la ausencia genérica de toda pertenencia (fuera de discurso); sino que el ser retomado en el síntoma lo es respecto de su ser cualquiera como ser del lenguaje.
El sujeto formado en psicoanálisis es esencialmente un sujeto que consiente al síntoma cualquiera sea como resultado de su propio análisis y por eso está preparado para ubicarse como objeto. Consentir al síntoma  como resultado de su análisis es entender la identificación al síntoma como una nueva posición subjetiva, en este caso una posición subjetiva propia del fin de análisis. Se puede ver la diferencia con la otra posición subjetiva, la del analizante, que es la de la creencia. En este caso la creencia en el síntoma como significación necesaria  a venir. El procedimiento del pase es la invención de Lacan que permite explorar el alcance  de este cambio subjetivo en relación al síntoma. Es decir el pasaje de la creencia en el síntoma a la certeza propia de la identificación al síntoma.
La identificación al síntoma entendida como posición subjetiva predispone a situar, más radicalmente a provocar la contingencia: el que está concernido por la formación analítica  sabrá hacer  precisamente donde el sufrimiento del sujeto quiere hacerse escuchar.
Es propio de su acto provocar una doble operación por la que, al tiempo que se liberan del sujeto los significantes por los que se encarnan sus desgracias del ser, se efectúa un sentido que le concierne, es decir  se deposita un saber en disyunción del significante amo.
Por eso puede actuar limando el sentido repetidamente necesario del síntoma y abrir las condiciones de su posible consentimiento al sinsentido radical del goce que encierra.
La caracterización diferencial del síntoma en la perspectiva del diagnóstico -terreno de lo universal y lo particular- no tiene porqué impedir la distinción con lo singular del síntoma resultado del análisis. Se podrá advertir que este último está íntimamente implicado en la noción de Sinthome, aunque el Sinthome no se refiere necesariamente a un resultado del análisis.
Siguiendo esta lógica se ve bien porqué es lo singular el rasgo  que se demuestra en el síntoma producto de la cura. Pero también que lo singular es  lo específico a verificar de todo síntoma del parletre. Se entiende así como algo que se obtiene en el fin de la cura justifica su deslizamiento moebiano a la condición de principio clínico. Principio que como tal orienta desde el comienzo de la cura el tratamiento analítico del síntoma.

Referencias:
(1)  Sigmund Freud, Obras completas, TomoXX, Amorrortu, Buenos Aires, 1979, p.225
(2)  Jacques-Alain Miller, Bref  5 del 2-10-96.
(3)  Jacques Lacan, en “Introducción a la edición alemana de un primer volumen de los Escritos”. Uno por Uno  N° 42, editorial Eolia, Buenos Aires 1995. Pág.:14.
(4)  Jacques-Alain Miller, Bref  6 del 9-10-96.
(5)  Jacques Lacan, en “Introducción a la edición alemana de un primer volumen de los Escritos”. Uno por Uno  N° 42, editorial Eolia, Buenos Aires 1995. Pág.:15.
(6)  Idem anterior, pág.:12.
(7)  Idem anterior, pág.:12.
(*) En la revista “La Cause freudienne” N° 26, en el artículo de J-A Miller “L´ homologue de Malaga”, podrá seguirse un desarrollo muy esclarecedor respecto del alcance del no-todo “lacaniano” en términos de indecidible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario