miércoles, 16 de julio de 2014
John Caracol Lewis. La creación de un nombre* - Segunda parte
*Por Gustavo Stiglitz
¿Cómo es que no somos todos autistas?
Eric Laurent dice que los nombres agujerean el sentido a un tiempo
que lo enganchan.1
Enganchan la materialidad de la lengua al sentido, lo que permite
hacer lazo.
Para ello es necesario que entre la lengua -presencia sonora- y el
viviente se produzca un vacío. La extracción del objeto voz como
pura sonoridad invasora. La pulsión invocante recorrerá ese vacío
en su circuito por el campo del Otro.
Sin esa extracción, tal es el caso del autismo, el Otro es de una
compacidad tal que su presencia sonora invade al sujeto.
La caída del objeto hace que el sujeto pueda soportar la voz del
Otro y la propia, que pueda hablar y ser hablado porque la voz queda
enganchada en el decir, en el lenguaje productor de sentido. El
objeto deja su lugar al sentido.
El lenguaje es portador de un vacío que no existe al nivel de la
lengua.
Esta operación no se produce en el autista. El sujeto, al no ceder
su voz como objeto de un decir utilizando los significantes del Otro,
paga el precio de su desenganche. Borrándose del campo del Otro, no
está representado por un significante para los otros. El lenguaje no
sirve a la comunicación, se cierra en una autosuficiencia sin valor
semántico, no produce sentido.
1
E. Laurent Curso de J.A.Miller 2000-2001 El lugar y el lazo.
Clase del 7/3/01
Etiquetas:
Autismo,
Clinica con niños
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