miércoles, 9 de julio de 2014

John Caracol Lewis. La creación de un nombre * - Primera parte

*Por Gustavo Stiglitz

« Habría que retomar el psicoanálisis de niños a ese nivel mínimo donde el cuerpo aparece de manera privilegiada como un cuerpo de significante. Significante, ciertamente, pero donde lo real tiene todo su lugar a partir del objeto (a), y si el sujeto aparece como un efecto de real, eso es claro en el niño. » Rosine y Robert Lefort1

En 1971 Leo Kanner publicó el Estudio de seguimiento de once casos de niños autistas originalmente comunicado en 1943.
Allí dice: “Tal ha sido la suerte de los once niños (que) sugerían la delimitación de un síndrome específico. Los resultados invitan a interrogarnos seriamente sobre el abanico de evoluciones que van desde el deterioro completo hasta una adaptación profesional y social limitada pero suficientemente buena.”2
Este abanico muestra que el fundamento del autismo no depende de ningún déficit cognitivo, sino que éste será una consecuencia.
Uno de esos niños -Donald- fue enviado por sus padres a vivir en la granja del matrimonio Lewis, quienes detectaron en él un hacer estereotipado, que podía articularse a la vida en la granja.
Por ejemplo, contabilizaba animales muertos sin parar y le dieron la tarea de hacer un cementerio.
El niño escribía sobre cada tumba un nombre. Así escribió “John Caracol Lewis”, en la tumba de un caracol..
A los 36 años, Donald es soltero y vive con sus padres. “Desde que aprobó sus estudios universitarios trabaja como cajero en el banco local. No tiene ningún deseo de promoción y está contento...Juega al bridge, pero nunca comienza una partida. La falta de iniciativa parece ser su secuela más importante. Participa poco en las conversaciones y no muestra ningún interés por el sexo opuesto.”3
Casi 30 años antes4, Kanner consigna que Donald, de 5 años, nombra 5 botellas de colores de pintura, con los nombres de unas quintillizas famosas. Al azul lo llamó Annette, al rojo Cecile, etc.
Como una especie de Adán, Donald inventa nombres para los objetos de su interés. Explora el campo del anudamiento de la lengua con los objetos, de lo simbólico con lo real. Es justamente una falla en el anudamiento lo que anima su exploración.


1 Analytica Nº 44. Le CEREDA: Centre de recherche sur l´enfant dans le discours psychanalytique.París. 1986.
2 Kanner L. En Vertex, Revista Argentina de Psiquiatría Vol III, No 9, Buenos Aires1992
3 Ibid
4 L. Kanner. Child Psychiatry. 3rd edition. Thomas. Sprinfield 1960

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