miércoles, 11 de abril de 2012

LA VIOLENCIA COTIDIANA* - tercera parte

*Pablo Fridman (AP- EOL) – Artículo publicado en el Aperiódico Psicoanalítico

Los proyectos biopolíticos, o sea los que ponen la política al servicio de “como se debe vivir”, generan proyectos llamados tanatopolíticos , que matan por el “como se debe vivir” a los que no cumplen con los designios establecidos (es matar por el bien vivir, paradójicamente). Se trata de absolutizar, y normatizar, de hacer un “para todos” del criterio de lo que significa para cada uno “vivir bien”, haciendo de esta variable, una norma general. Es un ejemplo paradigmático extremo de estas premisas el proyecto nazi, que debe eliminar a los “impuros” para curar de su sola presencia a la sociedad alemana, para restablecer la pureza perdida. Es una lógica similar la que ha detentado el Proceso Militar en la Argentina, donde la idea ha sido la “aniquilación” del enemigo, a tal punto de sustraer, de secuestrar indefinidamente, a los hijos de las víctimas: había que hacer desaparecer todo rastro del otro. Aun así existen diferencias entre los proyectos tanatopolíticos del tipo nazi (que buscan por medio de la extinción de algunos la preservación de la pureza), de los proyectos tanatopolíticos actuales: las guerras preventivas por seguridad (que por la vía de una supuesta defensa del terrorismo, apuntan a la expansión de mercados económicos globales).

Lo paradójico de la época actual es que simultáneamente a una compulsión a la adaptación a un orden general, globalizado, se genera un continuo “estado de excepción” (como el mismo Giorgio Agamben lo destaca ), lo que implica arrasar las particularidades subjetivas. El estado de excepción, más que una simple laguna normativa, es la apertura de un vacío legal que se convierte en norma. Es la suspensión de las leyes en función de un objetivo aparentemente superior, como, por ejemplo, las guerras, los golpes de estado, etc. El objetivo superior, las necesidades expansivas, no se detienen por el pacto de las leyes, por el contrario, la legalidad es un estorbo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario