miércoles, 9 de febrero de 2011

Anverso y reverso de una ley: Algunas reflexiones* - Sexta Parte*



* Trabajo presentado en el Quinto Encuentro de investigadores en Psicología del Mercosur (2009) por Juan Pablo Martin Mogaburu, Gastón Gomez, María Belén Silva Salas, Edit Tendlarz y Ana Oldecop. 

Es en este sentido que definiríamos, al decir de Miller, al psicoanálisis como práctica sin valor. (Miller, 2008: Inédito) Se trataría del sujeto singular. En Psicoanálisis se trata de un sujeto del inconsciente, en tanto es escindido y esto lo define como singular, “in-homogéneo” (Miller, 2008: Inédito). Es incomparable y no evaluable. Ésta es la promesa del discurso analítico por el cual, y de manera natural, estructuralmente, instituye al sujeto por fuera de la evaluación que lo devalúa. (Miller, 2008: Inédito)
Lo homogéneo, entonces, está del lado del marchar como todo el mundo. (Miller, 2008: Inédito) En todas las psicoterapias, que son solidarias de este discurso de la ciencia, se trata de devolver al yo sus funciones de dominio y de síntesis (Miller, Registros: 9). Tal es así, que la terapéutica de la obesidad se vería reducida a la voluntad de autolimitar el goce, en pos de identificarse con el ideal de ser del amo, en donde el paciente debe encontrarse ubicado dentro de ciertos parámetros cuantitativos estipulados por un Otro que sanciona lo que está dentro de los mismos, y a ese Otro habría que identificarse. De esta manera se asegura al individuo, según Lacan, la posibilidad de ir a pedirle al médico/ prepaga su cuota de beneficios con un objetivo preciso inmediato: Ser más delgado. (Lacan, 1966: 90)

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