miércoles, 15 de octubre de 2014

Los cuerpos fuera de discurso.* - Segunda parte

*Por María del Carmen Perez Cabalar, Edit Tendlarz, Cecilia Mastropierro, Claudia Matropierro, Diego Kleidermacher, Juan Pablo Martin Mogaburu, María Soledad Carnuccio, Paola Lorenzo. Trabajo presentado en Congreso AASM, 2014.


Los pacientes concurren a un taller de expresión corporal donde realizamos (siempre orientados desde el psicoanálisis por la escucha) diferentes actividades destinadas a poner a trabajar allí un cuerpo no mediatizado por el significante como ocurre en la neurosis.
Hay que ver con qué dificultad algunos llegan del hombro al codo, parece que el brazo que está recorriendo al otro brazo no fuera del mismo cuerpo, y podría pensarse allí la importancia de ese reconocimiento corporal que los pacientes realizan, donde la imagen de los otros actúa como un espejo, una imagen con la que ellos van recorriendo parte por parte, siguiendo las indicaciones de la coordinadora que pone su propio cuerpo como modelo.
Un paciente luego de algunas participaciones en la actividad refiere que le han crecido las piernas. “No tenía piernas y ahora con el taller me crecieron”.

G es un paciente que en los inicios presentaba grandes dificultades para permanecer sentado por más de unos segundos, teniendo un comportamiento agresivo con episodios donde mordía a otros internos y se agredía a sí mismo. En la actualidad no solo puede permanecer sentado pintando durante largo tiempo sino que de poder realizar únicamente movimientos repetitivos con un pincel, ahora puede significar algunos dibujos y firmarlos con su nombre.
 A partir del ofrecimiento de una escucha, donde comienza a desplegarse un decir, logra a través de lo simbólico regular aquel goce invasivo que lo llevaba a morder poniendo entre el impulso y el acto un discurso a modo de estribillo, que sería observado desde la psiquiatría como un déficit en la asociación de ideas y que es leído por nosotros como un recurso al servicio de la “civilización del goce”. Se trata de una metonimia de alimentos y sus marcas comerciales que enumera sin pausa. "El sujeto psicótico está en una relación directa al lenguaje en su aspecto formal de significante puro. Todo lo que ha construido allí no es más que reacciones de afecto al fenómeno primero, la relación al lenguaje." 2
El esquizofrénico, que no puede resolver sus problemas de ser hablante haciendo un llamado a los discursos establecidos, a los discursos típicos, ha podido en este caso ir armando algo del orden del significante. Consideramos esta modificación a lo largo del tiempo de tratamiento  como un logro que no podemos atribuir sólo  a la medicación. 

2 Lacan. Seminario 3 Pag. 157

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