miércoles, 8 de enero de 2014

CABALLERO INEXISTENTE * - Última parte

*de Gabriel Peskin 

El semblante y el lazo social.
El funcionamiento particular del semblante en el lazo social de D.

Un agregado en una embajada de algún país lo invitaba a su casa. Para él no era importante el hombre o la conversación sino que ponía la mesa con cosas especiales, pinukim y tobat hanaha. , Además le traía discos y regalos, objetos de arte del exterior. Para D  eran importantes los regalos. También frecuentaba un periodista crítico de arte que le daba libros, lo llevaba a representaciones teatrales, en esa época leía varios diarios con lo relativo a la vida cultural de Tel Aviv.  Tanto los objetos como los discos, libros y lo que escuchaba y leía no eran para él. Los transmitía a otros. Hacia reuniones en su casa, una casa abierta conocida que mucha gente frecuentaba, allí podían leer, escuchar música y el impresionaba a la gente con sus comentarios. Según él las palabras no eran propias, las había recibido todas y las daba a los demás. No tenían sentido para el. Mucho del tiempo se la pasaba en la cocina preparando comidas y sirviendo, aparecía de a ratos en las conversaciones.  En el año que vivió con I se terminaron las reuniones y toda esa gente se desvaneció, no quedo contacto con nadie y tampoco lo sintió. Fue uno de los grandes cortes del lazo social. Cuando alguien desaparece de la vida de él no le queda rastros.
Cuando no hubo a quien transmitir tampoco le intereso mas escuchar música ni leer. No era para él mismo que leía, escuchaba música y veía películas.
Si compra para él, compra  cosas muy baratas. Si  compra un regalo para alguien es algo  caro. Cuando piensa en que haría si gana al Loto dice que darle cosas a los demás, a alguien para hacer una película, a los de AIDS. Mucho tiempo y trabajo dedicó a crear instituciones de ayuda telefónicas y de otra índole de ayuda a enfermos y menores. En  toda su actividad no te contacto directo con los beneficiados. Quedaba  en el anonimato de quienes recibían los beneficios, cuando las instituciones funcionaban se iba de ellas.
Un ejemplo de lo que es el uso del semblante en lo social de D. Tiene dos perras. Las suelta cuando esta preparando alguno de sus suicidios. Luego ellas vuelven. Una de las dos no volvió en el ultimo intento de suicidio. Nunca mira las hodaot de encontrados y perdidos, pero esta vez  le salto al ojo que encontraron la perra de que escapo: Gaia. Tuvo  curiosidad de ver si era ella realmente y llamó por teléfono. Cuando supo que era Gaia eso se hizo destino, tenia que ir a buscarla, no quiere dos perros en casa pero le dijo a un amigo G que la encontró. G le dice “para que quieres buscarla”, entonces D le dice a pesar que no quiere buscarla “pero es Gaia” en tono de extrañarla. También hablo con su amiga  E para que lo lleve en auto a buscar la perra el sábado. Dado que le contó a E ahora debe ir a buscar a Gaia porque se lo dijo a E, no porque tenga ganas. No  podría decirle a E que no quiere la perra. Quedaría mal. Se dice de una persona que tiene perro que es buena persona. Cuando alguien  tiene un perro y lo pasea los vecinos se saludan, se conocen, no mucho pero por lo menos dicen hola que tal,  con vecinos sin perros eso no ocurre. Ahora que va a ir con dos perros seguro va a ser motivo de saludos y esas pequeñas conversaciones acerca de los perros. Un vecino de la esquina le preguntó por Gaia, y D le dijo que cuando él se sintió mal, la liberó  y ella se escapó. Entonces el vecino dijo “en un caso así,  llámame por teléfono y yo  la recojo”. Si uno necesita sponya no vendrían a ayudarlo pero por un perro sí.  A las personas que tiene gatos no les pasa  eso con los vecinos. Que seria si uno pasea un pato. El pato  sigue a la persona.
Entretanto una vez  en casa el no siente nada por las perras, están ahí, no las acaricia ni le importa que se acerquen. Ellas se acostumbraron a que el es así. No le significan nada. Completan su semblante con los vecinos cuando las saca a pasear.
D muestra en su relato como no se trata de algún deseo o disfrute por las perras, sino que son un elemento que completan un semblante con el vecino, a partir del cual hay un tipo de presentación y de intercambio de palabras que no comprometen al portador de la perra. Pero que si forma un lazo social. Una correa social. Sabe que tener, no para disfrutar sino para armar con el vecino una relación. Es una división entre la propiedad y el usufructo como goce, como uso de goce. Lo que tiene no lo usa. En su infancia era el goce para el otro y para el la moneda que le permite ir al cine. Mas tarde fue recibir regalos y conocimientos para dar a los demás. Pero el no se siente en ningún orden de disfrute en esa cadena.  El usufructo, el goce es del otro. El uso de la vida no es para él, no la goza. El vive por defecto de la muerte, vive porque no murió. Vive una vida vacía de sentido y de sentimiento. De tanto en tanto intenta dejar de vivir y no lo logra. Entonces sigue de largo.
Lo que no dejo de hacer desde casi toda la vida es tratamientos psicológicos, de los mas variados y con muchos terapeutas. La chance es  que esto sea  un síntoma que le permite un punto de ubicación aun en los cortes con el lazo social.

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