*por Samuel Basz - Docente del Instituto Clínico de Buenos Aires y del Instituto Oscar Masotta. (Artículo publicado en el “Aperiódico Psiconalítico”)
miércoles, 18 de mayo de 2011
Lo singular en el síntoma: un principio clínico.* - Cuarta parte
*por Samuel Basz - Docente del Instituto Clínico de Buenos Aires y del Instituto Oscar Masotta. (Artículo publicado en el “Aperiódico Psiconalítico”)
Lo que hay que demostrar es que el inconciente da testimonio de un real que le es propio; distinto del real propio de la ciencia que es lo real del número del que el lenguaje es vehículo para elaborar la ciencia. Y lo real propio del psicoanálisis esta correlacionado a un tipo de certeza que es el de la demostración y la transmisión.
Tanto en la ciencia como en el psicoanálisis se accede a lo real por lo imposible. “En la ciencia es la lógica quien lo pone en valor”. “En el psicoanálisis también se accede a lo real por lo imposible, pero por un imposible muy singular, que se demuestra por la contingencia y no por la necesidad” (4).
Por lo tanto una demostración diferente: se demuestra lo imposible precisamente allí donde no hay necesidad.
“Y de ahí que se dé testimonio de un real que por no tener mejor fundamento, sea transmisible por la fuga a la cual responde todo discurso”. (5)
Pero, ¿qué real?, el único propio del inconciente, el que se implica en la fórmula “no hay relación sexual”. Es decir que lo imposible demostrado por la contingencia es lo imposible de la relación sexual demostrado por la contingencia de las relaciones sexuales, de los encuentros, porque “entre los seres que sexuados los son(aunque el sexo se inscriba por la no razón) hay encuentros.” (6)
Y en este real es transmitido por la fuga del discurso, no por la escritura, no por medio de las formalizaciones, sino por la fuga..., ese real es transmitido no por lo que no cambia de sitio, sí por la fuga...
“pues bien, planteo que las experiencias de los análisis no podrían sumarse. Freud lo dijo antes que yo: todo en un análisis ha ser recogido –donde se ve que el analista no puede salirse de esa dependencia- , ha de ser recogido como si nada hubiese quedado establecido en ninguna parte. Esto quiere decir , ni más ni menos, que la fuga del tonel siempre ha de ser abierta de nuevo.” (7)
Este no todo que supone la fuga del discurso no debe ser confundido con el no todo de la incompletad, ya que se trata de que no todo es decible (*).
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