miércoles, 16 de mayo de 2012

Los niños y los síntomas del siglo XXI * - Segunda parte


*Por Graciela Giraldi ( Psicoanalista - Miembro de la EOL y AMP)

Desde las neurociencias y las psicoterapias cognitivistas y del adiestramiento de la conducta, la salud mental se organiza excluyendo la subjetividad del paciente. De allí que se quiera abortar al síntoma: anorexia, bulimia, problemas de aprendizaje escolar, adicciones tóxicas, fenómenos psicosomáticos, angustia de pánico, autismo infantil, degradándolo a un trastorno (TDAH, TOC, síndrome de Asperger) a una disfunción o a alteraciones de la conducta, de la inteligencia, de la alimentación, etcétera.
Dichos rótulos sobre los fenómenos disfuncionales, al prescindir de la interrogación al niño sobre su padecimiento, no son diagnósticos, en tanto el arte de diagnosticar se apoya en el caso por caso.
Como al niño lo traen sus padres a la consulta, ellos nos hablan angustiados o desesperados sobre lo que consideran el síntoma de su hijo. Pero también tendremos que localizar qué dice el niño sobre cuál es su padecimiento.
La otra cara del buen uso del síntoma se pone en evidencia, por ejemplo, en el médico que no puede dejar de atender a sus pacientes, porque su querer curar es más fuerte que él mismo. O del niño que se traga los libros de cuentos, del joven que practica con pasión un deporte, etcétera.

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