miércoles, 28 de mayo de 2014

Sujetos autistas: el nuevo Golem del cognitivismo*- Última Parte

* por Esteban Stringa


Los tratamientos previstos por el amplio conglomerado de las terapias cognitivo comportamentales se basan en estos supuestos. El lenguaje, conceptalizado como un sistema separado del sujeto que con el desarrollo se iría incorporando, es el déficit que se atribuye a los sujetos autistas, el disfuncionamiento de un puro mecanismo cognitivo de la palabra. Los protocolos apuntan al aprendizaje de la construcción de frases simples y al adiestramiento para pronunciarlas en las situaciones apropiadas.1 Este “injerto” de un stock léxico suele confrontar al sujeto autista con el rechazo de su dirigirse al Otro con consecuencias de rupturas más o menos brutales del espacio en el que el Otro amenazador había quedado por fuera.2
Los efectos de no escuchar la “cifra enigmática” sobre la que los sujetos autistas nos hablan hace recordar a lo que J.L.Borges escribiera con genio poético de un hombre que quiso saber lo que Dios sabe creando a otro hombre.3 A pesar de, como todos, quedar aprisionado en la red sonora de Antes, Ayer, Mientras, Ahora y de haber realizado tan “alta hechicería”, no aprendió a hablar el aprendiz de hombre.
1 Briole, G., “Ficciones autísticas”, Virtualia n° 23, Publicación virtual de la Escuela de la Orientación Lacaniana, Nov. 2011.
2 Laurent, E., “La cifra del autismo”, Virtualia n° 23, Publicación virtual de la Escuela de la Orientación Lacaniana, Nov. 2011.
3 Borges, J.L., “El Golem”, El otro el mismo, Obras Completas, Emecé, Bs.As., pág. 883.

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