miércoles, 30 de octubre de 2013
MARCAS DE UNA EPOCA: LA OBESIDAD* - Primera parte
*Texto
presentado en el Congreso de AASM por Edit Tendlarz, Cecilia
Mastropierro, Claudia Mastropierro, Mercedes Montero.
Nos
interesa en este trabajo articular la forma en que se presentan los
síntomas actuales, en el entramado de los cuerpos y la época.
Abordaremos la obesidad en tanto síntoma contemporáneo y en cuanto
se nos ofrece como paradigma del hiperconsumo1.
“El
hombre tiene un cuerpo”. No hay identidad para la especie humana
entre el ser y el cuerpo, si no que para el hablante hay una relación
de tener con el cuerpo.
Este
no es un dato de entrada, si no que se construye. Lo sabemos desde
Freud con la “Introducción del Narcisismo”2
cuando refiere a la unificación pulsional. Con Lacan, con el
“Estadio del Espejo”3
que refiere a la constitución del yo y del cuerpo a partir de la
identificación con la imagen unificada del otro.
El
cuerpo se construye en el entramado imaginario y simbólico, pero el
cuerpo que goza es, siguiendo la definición de J-A Miller4,
un “cuerpo viviente”, lo cual destaca la vertiente real.
Cuerpo
afectado de goce, que conduce a la definición de síntoma como
acontecimiento del cuerpo.
Los
cuerpos, habitados por las pulsiones, quedan atrapados en las redes
significantes, atravesados por el discurso actual que es el de una
invitación constante al goce.
Tener
un cuerpo se diferencia de ser un cuerpo. Los animales se identifican
con su ser cuerpo. No ocurre lo mismo en el hombre. El hombre por ser
sujeto, es decir, falta en ser, por estar dividido por efecto del
lenguaje, divide su ser y su cuerpo, “reduciendo este último a la
categoría del tener.”5
Debido a
que tiene un cuerpo tiene síntomas. Para tener síntomas se necesita
un cuerpo y para gozar, también.
Siguiendo
a Miller en esto, entonces hay en los seres parlantes dos cuerpos:
por un lado un cuerpo que sabe lo que necesita para sobrevivir, un
cuerpo regulado, un cuerpo yo, un cuerpo que se puede llamar
epistémico y por el otro, un cuerpo libidinal, desregulado, un
cuerpo que no acata al yo, que no acata lo vital, un cuerpo que sufre
las consecuencias de la represión de la verdad, un cuerpo goce.
Un cuerpo
que cree encontrar en estos objetos el partener adecuado que le
evita además el encuentro con el otro sexo.
Siguiendo
a Lacan: un cuerpo es algo que se goza. Y se goza “corporeizandolo
de manera significante…”. El significante es causa de goce. 6
1
Domenico Cosenza “La obesidad como síntoma
contemporáneo” en Aperiódico Psicoanalítico N° 17 “Sigan
gozando!”. Directora Edit Tendlarz
2
Freud, S: Introducción del Narcisismo. Obras completas. Tomo XIV
Amorrortu
3
Lacan, J: El estadio del espejo como formador de la función del yo.
Escritos 1
4
J-A Miller: Biología lacaniana y acontecimiento
del cuerpo. Diva, Argentina.
5
J-A Miller: “ La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica”
Paidos, Argentina, pag,372
6
Lacan, J: El Seminario, Libro 20, Aun, Paidos, Bs. As., 2004, págs
32-33
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