miércoles, 2 de mayo de 2012
LA VIOLENCIA COTIDIANA* - Última parte
Según pasan los años; homenaje a Jacques Lacan
*Pablo Fridman (AP- EOL) – Artículo publicado en el Aperiódico Psicoanalítico
Cuando se intenta predicar una armonía del consumo, en términos de libre acceso a los objetos (el llamado libre juego de la economía), no se trata aquí ciertamente, de la posición del científico neutral, que partiendo de la forclusión del sujeto busca despejar un real, un real específico del cual intenta apoderarse. Se trata de una posición ideológica, pletórica de subjetividad no admitida como tal, que procura un retorno a un ideal imposible, el de una cultura sin malestar que se juega en un uso ilimitado del mundo, un “paraíso” virtual sin esfuerzos, ni dificultades. Frente a ésta ideología se ubican los desadaptados, los que no cumplen con las expectativas que los “expertos” sueñan. El aplastamiento de la diferencia y la compulsión al consumo, producen una violencia que implica el retorno del malestar en la cultura, de la peor forma. No se trata aquí de la sublimación, de los cambios, de las reformulaciones, sino del rechazo liso y llano, de la destrucción de los lazos por la destrucción misma, como una respuesta al malestar en sí misma. Es la paradoja del “todos consumidores”, y al mismo tiempo “el que no consume no existe”. El desafío del psicoanálisis es ofrecer un modo de soportar la inconsistencia del Otro, sin ceder al llamado al consumo despiadado de objetos de consumo, que implica una consumición violenta del sujeto.
La época, sin lugar a dudas produce una clínica, un modo de pensar la perturbación, de diagnosticarla y de tratarla. En el campo de lo psíquico no hay inmutables, lo que en la Edad Media era designado como conducta “piadosa”, hoy puede ser considerado un delirio místico; lo que en otro momento era parte de lo comunitario, de lo aceptado socialmente, hoy puede ser “desadaptativo” , o a la inversa. Que la violencia sea cotidiana, induce a la pregunta por la cultura que le da origen, que la produce, mas allá de la conmiseración, o de la queja vana.
Referencias bibliográficas:
Aleman J.: Benetton, el horror, en “Cuestiones Antifilosóficas en Jacques Lacan”, Pág. 47, Buenos Aires: Atuel, 1993.
Zizek S.: La suspensión política de la ética”, Pág. 14, Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2005.
Agamben G.: Profanaciones, Pág. 103, Buenos Aires: Adriana Hidalgo editora, 2005.
Esposito R.: Bios, Buenos Aires, Ed. Amorrortu, 2006.
Agamben G.: Estado de Excepción, Buenos Aires: Adriana Hidalgo editora, 2004.
Laurent E.: El Nombre del Padre: psicoanálisis y democracia, en el libro Jacques Lacan Política y Psicoanálisis, Pág. 70, Buenos Aires: Ed. Nueva Visión, 2006.
Foucault M.: Seguridad, territorio, población, Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2006.
Miller J-A: Una Fantasía, en Revista Lacaniana, Año 3 Nº3, Pág, 14, Buenos Aires: Ed. EOL, 2005.
Freud S.: Malestar en la Cultura, en O.C., T. XXI, Pág. 85, Buenos Aires: Ed. Amorrortu, 1979.
Según la expresión diagnostica del DSM IV (clasificación de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (American Psychiatric Association).
Etiquetas:
Biopolítica,
Violencia
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario